Primeros años de gobierno

Tras la boda entre Francisco II Gonzaga e Isabel, en 1490, esta comienza su aprendizaje del poder. Tiene tan solo 16 años y se presenta ante una corte joven donde es apreciada especialmente por su cuñada Elisabetta Urbino. Esta permanecerá en la corte de Mantua unos meses para iniciar a Isabel en la toma del poder.

Isabel no se demora y firma en 1497 la realización de la primera obra de Mantegna para su estudio. A pesar de esto, las relaciones que la marquesa tendrá con otros artistas, siempre procurando no excederse en su mecenazgo, serán complicadas. Esto hará que adopte una actitud tiránica. Tuvo malentendidos con Jacobo Bellini y con Perugino. Este último recibirá hasta 53 cartas de Isabel donde finalmente se negará a posar para cualquier artista, enviándole solo un retrato juvenil suyo para la realización del cuadro.

Pietro Perugino [1]

Estuvo muy interesada en sus primeros años como marquesa en la lectura, por lo que trabará una cordial relación con Aldo Manucio, creador de la imprenta Aldina. Otras de sus pasiones fue la historia de las enseñanzas de las hazañas de los paladines de Francia. Acogió en su corte a Mateo Bandello, escritor italiano del renacimiento, y a Ludovico Ariosto, un poeta italiano, cuya obra maestra, Orlando Furioso, pretende rendir tributo a la familia Este.

Los emisarios que Isabel tenía en la corte, Bembo y Castiglione, se habituaron a las peticiones de libros por parte de la marquesa cada vez más difíciles de encontrar, desde Rodas hasta Irlanda. Siempre estaban tratando de conseguir los préstamos para la adquisición o intentando conseguirle pieles de cebellina o de “gato de España” para su armario.

Todo este movimiento cultural en la corte se acompañó de la buena imagen que la familia otorgó también en lo político. Francisco Gonzaga se había hecho condotiero de profesión y aceptó el cargo de capitán general de la Serenísima. Tomó el mando de la Liga formada por príncipes italianos para deshacerse de Carlos VIII de Francia, por haber invadido Italia. Muchos lo consideraban ya “el libertador de Italia”. Esto se truncó parcialmente porque muchos príncipes pensaron que Isabel y Francisco ejercían un doble juego debido a las simpatías de la marquesa con os duques de Milán.

Isabel tuvo grandes redes de contacto. Además la caracterizó una gran intuición y paciencia, contando con muchos amigos que fueron grandes informadores.

Bibliografía y webgrafía:

Las inmortales, 100 mujeres en la Historia, vol. 8, Ed: Prensa Española.

-http://www.mujeresenlahistoria.com/2011/08/la-perfecta-cortesana-elisabetta.html

Notas a pie de página:

[1] https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5c/Pietro_Perugino_cat37.jpg/220px-Pietro_Perugino_cat37.jpg

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